Se levantó el telón en Nervión un año más, y ya tenemos a nuestro Sevilla FC totalmente inmerso en competiciones oficiales. El partido de ayer ante el FC Barcelona y valedero para la ida de la Final de la Supercopa de España, tuvo dos caras bien distintas. Una primera parte en la que vimos lo que no debe ser y que incluso me recordaba al equipo de la temporada pasada entrenado entonces por el Sr. Jiménez; y una segunda parte en donde si vimos lo que queremos, es decir, un equipo ambicioso, y que a poco que apretó le dio la vuelta al marcador, reflejando al final un resultado que se me antoja corto para lo visto sobre el césped.
Fueron fundamentales los cambios realizados por Antonio Alvarez en la segunda parte, con la entrada de Cigarini, Negredo y Kanouté, pero para mi el más importante fue sin duda el de Luca Cigarini. Que magnifico pase de gol le puso a Luis Fabiano y que valió para el empate. Pero aparte demostró ser un futbolista que sabe manejar el centro del campo y se ofrece a los compañeros. Pienso que puede ser una incorporación que le aporte mucho al equipo.