El Sevilla tuvo mala suerte en su partido frente al Athletic Club. Quizás no hiciera muchos méritos para la victoria pues no salió a por ella desde el principio, y el empate hubiera sido lo más justo, pero de ahí al resultado final de 2-0 me parece excesivo premio para los vascos.
Cierto es que el equipo sigue sin ofrecerme confianza, pero cierto es también que el primer gol llegó precedido de una falta no pitada sobre Jesús Navas, con la mala fortuna de que Fazio en el intento de despejar el balón lo introdujo en su propia portería, en el momento que mejor jugaba el conjunto hispalense, y el segundo gol vino de un penalti absurdo cometido por Escudé.
De haber ganado nos hubiéramos situado en la quinta plaza superando al Athlétic en puntos y gol-average, pero la realidad es que nos quedamos en la séptima plaza empatados a puntos con el Atlético de Madrid. Una séptima plaza que no da acceso directo a la Europa League de la próxima temporada, sino que facilita jugar dos eliminatorias previas que de superarse conducirían al segundo torneo continental, y con el agravante de que repercutiría bastante en la planificación del próximo año. Aún así, se me antoja bastante complicada la clasificación en los puestos 5, 6 y 7, pues ahora llegan dos partidos bastante difíciles como son FC Barcelona y Valencia CF, y sobre todo el primero ante los azulgranas por las diferencias existentes entre ambos equipos, y con el handicap de que dicho partido lo pita el Sr. Pérez Lasa, aunque tal como está el arbitraje últimamente, no se que será mejor.