El Sevilla FC pese a la temporada tan irregular que ha realizado, es quinto antes de visitar en la última jornada a un RCD Espanyol que ya no se juega nada. Nuevamente y por octavo año consecutivo nos metemos en Europa, pero queda por saber qué puesto ocupará nuestro equipo al final del torneo. Actualmente es quinto, por el triple empate a 55 puntos, entre Sevilla, Athletic y Atlético de Madrid. Si en la última jornada se mantiene el triple empate, obviamente todo quedará como hasta ahora. El Sevilla le gana a los del Vicente Calderón en caso de empate, pero pierde con el Athletic, por lo que en caso de victoria de los vascos en Santander, donde juegan el último encuentro, en realidad casi le conviene que ganen los colchoneros en Mallorca, aunque el cuadro balear se juega la permanencia. Esta carambola sirve siempre que gane el Sevilla en Barcelona ante los "periquitos". Lo que si es cierto es que se debería evitar la séptima plaza que conllevaría jugar une eliminatoria previa en Julio, y el riesgo que supone, tras la experiencia de principios de esta temporada.
Pero para llegar a ello, fue fundamental en el partido de anteayer la aportación del jugador más determinante de la historia del club, y que frente a la Real Sociedad se echó el equipo a la espalda. Kanouté, del que se rumorea que pudiera dejar al Sevilla al final de esta temporada, marcó dos de los tres goles que certificaron la clasificación para Europa. Dos cabezazos llenos de poderío e inteligencia, como no podía ser de otra manera. El último éxito de la fantástica generación de los campeones lo selló su abanderado. Y aunque desconozco si continuará o no para la próxima temporada, vaya desde aquí mi agradecimiento a Frederic Kanouté, un gran futbolista y mejor persona, y del que me atrevería a decir que ha sido el mejor futbolista de la historia del Sevilla FC.